Capital Riesgo

Categoría

Manual sobre Inversores (3)

Por babalum, 13-06-2007 11:09 pm

Ir al librobit anterior de “Manual sobre Inversores”
Ir al librobit (1) de “Manual sobre Inversores”

6. La mayoría de inversores solo buscan grandes éxitos

Las empresas de Capital Riesgo prefieren proyectos que tienen la posibilidad de salir a bolsa. Es allí donde hay dinero a ganar de verdad. Saben que la probabilidad de que una startup concreta salga a bolsa es baja, pero buscan invertir en aquellas que al menos tienen una posibilidad.

Actualmente la manera en la que parece que operan las Capital Riesgo es invertir en un buen número de proyectos, de los cuales la mayoría fracasan pero uno es Google. Aquellos pocos proyectos que acaban arrasando, compensan con creces las pérdidas de todas las demás inversiones. Esto significa que muchas Capital Riesgo sólo invertirán en ti si eres un Google en potencia. No les interesan inversiones con poco riesgo pero que puedan ser adquiridas pro 20 millones de dólares. Tiene que existir la posibilidad, por muy remota que sea, de que la empresa se convierta realmente en una gran compañía.

Nota de Babalum: Leyendo éste párrafo me vienen a la mente las teorías de los cisnes negros positivos de Nassim Taleb. Recomiendo leer ésta parte de la serie de librobits “Confundidos por el azar” donde Taleb explica su propia estrategia de inversión

En éste punto los “Business Angels” son diferentes. Normalmente éstos se dan por satisfechos si pueden esperar la venta de la empresa por 20 millones de dólares, aunque naturalmente no despreciarán proyectos que tengan probabilidad de salir a bolsa. Consecuentemente es bueno tener un plan a largo plazo ambicioso ya que complaceremos a unos y a otros.

Si acabas aceptando el dinero de una Capital Riesgo, más vale que estés seguro de tus planes ambiciosos ya que normalmente los términos impuestos por éstas dificultan una adquisición prematura. No te dejarán vender antes de que se pueda lograr una valoración de la compañía de acuerdo a sus expectativas.

7. A las empresas de Capital riesgo solo les interesan proyectos donde puedan invertir mucho dinero

Dado que las empresas de Capital Riesgo suelen gestionar fondos de inversión les interesa aportar grandes sumas. Un típico fondo de una empresa de Capital Riesgo suele ser de cientos de millones de dólares. Si la empresa tiene 10 socios y el fondo es de 400 millones de dólares, a cada uno le toca seleccionar e invertir 40 millones de dólares. Normalmente las empresas de Capital Riesgo forman parte de los Consejos de Administración de las empresas en las que invierten. Consecuentemente si sus inversiones fueran en promedio de 1 millón de dólares, cada uno tendría que participar en 40 consejos (160 reuniones al año si se celebran trimestralmente). Eso ya no es divertido. Es por ello que prefieren invertir más de una sola vez.

Pensar que por necesitar poco dinero te va a ayudar para que las Capital Riesgo te consideren una ganga es equivocado. De hecho te hace menos atractivo ya que significa que las barreras de entrada a tu negocio son bajas.  Cualquier competidor puede encontrar alguien que le preste una suma de dinero parecida ya que ésta es reducida. Ellos prefieren tratos de mayor envergadura, donde puedan invertir mas dinero de una sola vez y optimizar el rendimiento de su propia dedicación y tiempo.

De nuevo, los “Business Angels” son distintos dado que invierten su propio dinero. Les parece perfecto invertir menores cantidades, incluso a veces 20.000 dólares, siempre y cuando el retorno potencial les resulte suficientemente atractivo. Así que si estás pensando en montar algo por poco dinero, búscate un “Business Angel”.

Ir al siguiente librobit de “Manual sobre Inversores”

Búsquedas recientes:

Manual sobre Inversores (2)

Por babalum, 11-06-2007 9:56 pm

Ir al librobit anterior de “Manual sobre Inversores”

1. A los Ángeles no les gusta la publicidad.

¿Si los “Business Angels” son tan importantes porque oímos mucho más acerca de las empresas de Capital Riesgo? Pues porque a las empresas de Capital Riesgo les gusta la publicidad, necesitan venderse a los inversores que son sus clientes – los fondos de inversión y familias ricas que les dejan su dinero para que lo inviertan – y también a los emprendedores que vendrán para que los financien.

Los Ángeles no necesitan venderse a nadie porque invierten su propio dinero. Tampoco quieren venderse a los emprendedores: no quieren que se les persiga con planes de negocio. En realidad, las Capital Riesgo tampoco. Tanto unos como otros hacen tratos casi exclusivamente a través de presentaciones personales.

El motivo por el cual las Capital Riesgo desean tener una marca importante, no es conseguir más propuestas de negocio, sino para ganar aquellos proyectos que les interesan cuando compiten contra otra empresa de Capital Riesgo. Los “Business Angels” raramente compiten con otros, ya que cada uno de ellos invierte en menor número de proyectos o porque no les importa invertir conjuntamente o porque invierten cuando hay muchos más proyectos que cuando lo hacen las Capital Riesgo.

4. La mayoría de inversores, especialmente las Capital Riesgo, no se parecen a los fundadores.Algunos “Business Angels” son o han sido alguna vez como los “locos por la informática”, pero la mayoría de las Capital Riesgo son un tipo distinto de personas: se dedican a hacer negocios.

Si eres tu eres uno de esos “locos por la informática”, te propongo el siguiente juego para entender porque no hay gente como tu en las empresas de Capital Riesgo: ¿Que pensarías acerca de un trabajo donde nunca haces nada, pero te pasas todo el día escuchando los discursos de otros acerca de sus proyectos (la mayoría de ellos terribles), decidiendo si invertir en ellos o no y participando en los consejos de administración de aquellas en las que invertiste? Probablemente me contestarías que eso sería tremendamente aburrido. A los “locos por la informática” les gusta hacer cosas.

Debido a que la mayoría de las Capital Riesgo son de una especie distinta a los fundadores, es muy difícil saber que piensan realmente los primeros. Si tu eres uno de esos “locos por la informática” probablemente la última vez que trataste con alguno de ellos fue en la escuela. Quizás te cruzaste con alguno en la universidad en tu camino al laboratorio. Pero no los subestimes. Son tan expertos en su mundo como tú lo eres en el tuyo. Lo que suelen hacer muy bien, es juzgar a las personas y hacer tratos que les benefician. Piénsatelo dos veces antes de intentar vencerles en esto.

5. La mayoría de inversores invierten cuando hay movimiento

Debido a que la mayoría de inversores buscan cerrar negocios más que tecnólogos, por lo general no entienden lo que tú haces. Cuando era fundador, sabía que la mayoría de las Capital Riesgo no entendían de tecnología. También sabía que algunos ganaron mucho dinero. No obstante no fue hasta hace muy poco que se me ocurrió juntar estos dos hechos y preguntarme “¿Como puedes ser que las Capital Riesgo ganen dinero invirtiendo en cosas que no entienden?”

La respuesta es que invierten cuando detectan movimiento. De hecho es posible (o al menos lo era) ganar un montón de dinero si eres capaz de detectar cambios repentinos en bolsa. Cuando la cotización de una acción sube repentinamente, compras, y si cae repentinamente, vendes.  De hecho te comportarías como un jugador de bolsa con información privilegiada, sin saber exactamente lo que sabes. Solo sabes que sabes algo y es éste algo el que provoca el movimiento de la acción.

Las empresas de Capital Riesgo operan de éste modo. No se preocupan de analizar un proyecto para predecir si tendrá éxito o no. Ganan dinero porque perciben que algo está despegando algo antes de que se den cuenta los demás. Esto les proporciona casi tantas ganancias comos si tuviesen la capacidad de predecir que  proyectos tendrán éxito. Quizás les cueste un poco más caro comparado con haber invertido desde el principio, pero muy, muy poco más.

Como dicen muchos inversores, lo más importante es el equipo. En realidad lo más importante  para ellos es tu tráfico, luego lo que piensan otros inversores y finalmente el equipo. Si todavía no tienes tráfico entonces lo más importante para ellos es lo que piensan otros inversores acerca de tu proyecto. Y como puedes imaginar esto trae consigo opiniones variadas y cambiantes sobre el precio de una startup. De repente todos están interesados en ti, rogándote que cuentes con ellos, pero sólo hace falta que uno de los inversores se enfríe un poco y a la semana siguiente nadie te devolverá tus llamadas de teléfono. Estamos habituados a tratar con startups que pasan de estar en boca de todos al olvido total en unos pocos días, cuando en realidad no ha cambiado nada en el proyecto.

Hay dos maneras de afrontar ésta situación. Si te sientes con suficientes ánimos y confianza puedes intentar jugar el juego según sus reglas. Puedes empezar pidiendo una cantidad pequeña de inversión a una de las Capital Riesgo más modestas y una vez has generado interés, contactar una de las Capital Riesgo más importantes para una suma más alta y provocar un interés en tu proyecto creciente para finalmente “vender” al precio más alto posible.

Desde luego es un juego muy arriesgado y conlleva meses  de trabajo y reuniones para tener éxito. Yo mismo no me atrevería a probarlo. Mi consejo es jugar sobre seguro: si alguien te ofrece una trato decente, simplemente cógelo y continúa focalizándote en desarrollar tu proyecto. Startups ganan o pierden dependiendo de la calidad de su producto y no de lo bien o mal que hayan negociado su financiación.

Ir al librobit siguiente de “Manual sobre Inversores”

Búsquedas recientes:

Manual sobre Inversores (1)

Por babalum, 10-06-2007 9:21 pm

Traduzco a continuación un interesantísimo artículo de Paul Graham que explica en 21 puntos las diferencias entre las empresas de capital riesgo y los “Business Angels”, que esperar de ellos y algunos consejos de cómo tratarlos.

El artículo original está en: http://www.paulgraham.com/guidetoinvestors.html

Artículos relacionados: Diez mitos acerca de emprender negocios tecnológicos 

———————————–

Abril 2007

(Este artículo es un extracto de mi presentación en la conferencia 2007 ASES en Stanford)

El mundo de los inversores es ajeno a la mayoría de emprendedores tecnológicos, en parte porque los inversores son tan diferentes a ellos y en parte porque suelen operar en secreto. He tenido relación con éste mundo durante muchos años, tanto como fundador como inversor y todavía no puedo decir que lo entienda completamente.

En éste articulo voy a citar algunas de las cosas sorprendentes que he aprendido acerca de los inversores. Algunas de ellas las he aprendido éste último año. Enseñar a emprendedores tecnológicos como tratar con inversores es probablemente la segunda cosa más importante que hacemos en “Y Combinator”. La primera cosa importante para una startup es hacer algo bien. Pero todo el mundo sabe que eso es importante. Lo peligroso acerca de los inversores es que los emprendedores tecnológicos ni se imaginan lo poco que realmente saben acerca de ese extraño mundo.

1.     Los inversores son los que hacen que una “startup” prospere.

Hace algo de un año intente averiguar que se necesita para reproducir Silicon Valley en otra parte. Llegué a la conclusión de que los ingredientes críticos son gente rica y “locos por la informática”, es decir inversores y fundadores. Personas es todo lo que se necesita para hacer tecnología, por consiguiente una vez tengamos a reunidos a éstos dos grupos, todos los demás vendrán por si mismos.

Si hilamos más fino, diría que el factor limitante son realmente los inversores. No porque contribuyan más a la empresa, pero simplemente porque están menos dispuestos a desplazarse. Son ricos. No se van a desplazar a Alburquerque simplemente porque hay un par de emprendedores listos en los cuales podrían invertir. No obstante, los emprendedores si que viajarían al Bay Area para encontrar inversores.

2.     Los inversores ángeles (“Business Angels”) son los más importantes.

Hay diferentes tipos de inversores. Las dos categorías más importantes son ángeles y capital riesgo: las empresas de capital riesgo invierten el dinero de otros y los ángeles invierten el suyo. Aunque sean menos conocidos, los inversores ángel son probablemente el ingrediente más importante a la hora de crear un Silicon Valley. Muchas compañias que obtienen financiación de empresas de capital riesgo, jamás hubiesen llegado hasta ese punto si no hubiesen invertido primero los “Business Angels”.

Las Capital Riesgo dicen que normalmente entre el 50%-75% de las empresas que financian ya han obtenido anteriormente algún tipo de inversión externa. Los ángeles están dispuestos a financiar proyectos más arriesgados que el Capital Riesgo. También suelen dar consejos de mayor valor, dado que la mayoría fueron emprendedores anteriormente, todo lo contrario que el Capital Riesgo.

La historia de Google es un ejemplo del papel crucial que juegan los “Business Angels”. Mucha gente sabe que Google obtuvo dinero de Kleiner y Sequoia. Lo que no se suele saber es en que punto de su historia. Esa ronda de financiación no era la primera, la valoración premoney fue de 75 millones de dólares. En ese momento Google ya era una compañía de éxito. Realmente, Google fue fundada con dinero de ángeles.

Puede parecer extraño que una de las startup estandarte de Silicon Valley fuera fundada de esa manera, pero en realidad no es tan sorprendente. El riesgo siempre es proporcional a la recompensa.  Aunque el mayor éxito hasta el momento, Google probablemente parecería una apuesta muy arriesgada en sus inicios y eso es exactamente lo que el Capital Riesgo rehuye.

¿De donde salen los inversores ángeles? De otras startups. Es por ello que lugares con una alta concentración de startups se benefician de un cierto efecto de  mercado aunque con un desfase en el tiempo: las startups existen porque antes hubo otras.

Nota de Babalum: ¡Que casualidad! Acabo de hacer un pausa para cenar y hojear la Vanguardia del Domingo para encontrarme con el siguiente párrafo en la entrevista que hacen a Carlos Blanco, Presidente de ItNet, uno de los veteranos de la Internet española:

“Expresa su decepción por la falta de “business angels” en España. Somos los empresarios de Internet que tenemos recursos los que apoyamos a los nuevos emprendedores”

En éste artículo del blog de Carlos hay un enlace para descargarse el artículo completo en pdf.  

Ir al siguiente librobit de “Manual sobre Inversores”
 

Búsquedas recientes:

Diez mitos acerca de emprender negocios tecnológicos

Por babalum, 17-10-2006 10:34 pm

Artículo original en inglés. en el blog del su autor, Ron Garret.

Desde que empecé mi nueva carrera en el campo del capital riesgo me he ido dando cuenta de los errores que habitualmente cometen los emprendedores tecnológicos, especialmente los más inteligentes, cuando buscan inversores para su negocio. Estos son los diez mitos más comunes:

Mito 1: Una idea brillante te hará rico.

Realidad: Una idea brillante no es necesaria ni suficiente para que un negocio tenga éxito, aunque evidentemente no hará ningún daño. Microsoft es probablemente el mejor ejemplo de un negocio con éxito, que jamás tuvo una idea brillante en toda su historia. (Más bien al contrario, Microsoft ha obtenido tanto éxito en gran parte por buscar y destruir las ideas brillantes de los demás.) Google se ha basado en un par de ideas brillantes (Page rank, anuncios contextuales, plataformas en paralelo y basadas en hardware barato) pero ninguna de estas ideas eran originales de Larry o Sergey. No quiero decir con esto que Larry, Sergey o Bill no sean brillantes – los tres son seguramente más inteligentes de lo que nunca pueda esperar yo. Pero la idea de que despertaron un día con una idea que les ha llevado a sus riquezas es simplemente un mito.

Mito 2: Si lo creas el público vendrá.

Hay algo de cierto en éste mito. Han existido negocios que simplemente crearon algún producto, lo hicieron público y lograron el éxito. (Google es un ejemplo). Pero para cada Google hay decenas de otras empresas que tenían productos estrella que no lograron vender por uno u otro motivo. Mi ejemplo favorito es la primera compañía que fundé en 1993. Se llamaba FlowNet y se basaba en el diseño de una nueva red local de alta velocidad. Alcanzaba 500Mb/s cuanto el estándar para una ethernet estaba en 10mb/s. Durante más de cinco años, FlowNet tenía el mejor ratio prestaciones/precio de todas las redes en el mercado. Además, FlowNet incluía garantías de calidad de servicio para transmisión de video en tiempo real. Si FlowNet hubiese tenido éxito, los servicios de video actuales estarían funcionando mucho mejor de lo que lo hacen hoy en día.

No obstante, a pesar de que desde un punto de vista tecnológico, FlowNet dejaba atrás a cualquier otro competidor, fue un rotundo fracaso como negocio. Nunca vendimos una sola unidad. No voy a contar ahora toda la historia de nuestro fracaso, pero si lo tuviera que resumir, las razones eran muy sencillas. No era Ethernet. Si hubiésemos hecho bien nuestros deberes y completado una investigación de mercado, lo hubiéramos sabido. En el peor de los casos nos hubiésemos dado cuenta que era un obstáculo importante. Y lo hubiésemos podido saber antes de habernos gastado decenas de miles de dólares de nuestro propio dinero en abogados de patentes y prototipos.

Mito 3: Alguien robará tu idea si no la proteges.

Realidad: Nadie dará un duro por tu idea hasta que tengas éxito y para entonces es demasiado tarde. Incluso en el improbable caso de que te encuentres con alguien que esté tan emocionado con tu idea como tu mismo, si tiene un mínimo de sentido común se te unirá en vez de intentar competir contigo. (Y si no tienen sentido común en realidad es irrelevante lo que vaya a hacer.)

Las patentes solo sirven para una cosa: pueden hacer sentir mejor a los inversores, especialmente a los más ingenuos. Pero a pesar de ello te recomiendo encarecidamente que patentes tus inventos tu mismo. No es tan difícil una vez se sabe como. Vas a hacer un mejor trabajo que la mayoría de abogados y te ahorrarás un montón de dinero.

Mito 4: Lo que piensas importa.

Realidad: No importa en absoluto que tú y tus colegas penséis que vuestra idea es el invento más brillante después de la pizza en raciones (a no ser, naturalmente, que tus colegas tengan suficiente dinero para ser los clientes de tu negocio).

Lo que realmente importa es lo que piensan tus clientes. Si tú y tus colegas pensáis que vuestra idea es fantástica, es natural y comprensible, creer que millones de otras personas allí fuera también lo pensarán. A veces incluso funciona, pero la mayoría de veces no es así.

La razón es que si sois tan listos para tener una idea tan brillante entonces tú (y probablemente tus colegas) sois diferentes a la mayoría de gente. No quisiera sonar condescendiente pero la triste realidad es que la mayoría de gente es bastante simplona comparada contigo (solo fíjate en cuanta gente vota a los republicanos ;-) y a ésta gente sólo les importan cosas simples. Si tu objetivo son clientes que sean como tú y que les importen las cosas que te importan a ti, entonces tu base de clientes será bastante pequeña.

Mito 5. Las proyecciones financieras no sirven para nada.

Igual que con el mito 2, este tiene algo de verdad. Como dijo Carl Sagan, predecir el futuro es un arte olvidado. No hay manera de saber con certeza cuanto dinero va a ganar tu negocio, o cuanta va a costar lanzar tu producto al mercado. La razón para hacer una proyección financiera es para hacer una comprobación de la realidad y convencerte a ti mismo que cómo mínimo es posible obtener un retorno con hipótesis plausibles.

Si después de hacer los números te encuentras que para obtener un retorno de la inversión necesitas un número de clientes que es diez veces más grande que el mercado conocido para tu producto, entonces deberías consultarlo con la almohada. Como dijo Dwight Eisenhower: los planes son inútiles, pero la planificación es indispensable.

Éste mito es la base para uno de los errores más habituales que comenten los emprendedores tecnológicos cuando plantean sus ideas. Dirán cosas como “Incluso que solo capturemos un 1% del mercado nos forraremos”. Frases como éstas indican que no has hecho tus deberes para saber que es lo que realmente quieren tus clientes. Podrías igualmente decir: “hay una alta probabilidad que solo un cliente de cada cien compren nuestro producto (y francamente, no estamos seguros ni de eso)”.  Eso no inspira mucha confianza precisamente.

Mito 6: Lo que sabes importa más que a quien conoces.

Realidad: Lo has estado negando toda tu vida. Seguramente has sido educado para creer que ser inteligente era importante, o simplemente no hiciste caso a tu madre cuando te decía que llevarte bien con tus amigos era más importante que sacar “Excelentes”.

La verdad es que importa más a quien conoces que no lo que sabes. Con esto no quiero decir que ser listo y tener conocimientos sea superfluo. Saber “el que” es muchas veces una forma efectiva de ser presentado a las personas adecuadas. Pero al final, importa más la gente que conoces y en la que confías (y es todavía más importante  quienes son los que confían en ti) que no el conocimiento objetivo que puedas tener.

Hay una buena razón para ello: las decisiones en los negocios son tremendamente complicadas. Nadie puede llegar a tener todo el conocimiento y experiencia requerida para tomar decisiones en un espectro tan amplio de campos, por lo que los hombres de negocios efectivos delegan gran parte de sus decisiones a otras personas. Y cuando eligen a las personas en quien delegar éstas decisiones, eligen primero a las personas que conocen y en las que confían.

(Nota de Babalum: Me salto la traducción acerca de las diferentes capacidades sociales de un programador dependiendo de los lenguajes de programación que utiliza. Creo que es ir un poco demasiado lejos, aunque también es cierto que existen estudios que relacionan ciertos rasgos del carácter de un país con ciertas características y estructuras de sus idiomas)

Mito 7: Tener un doctorado importa.

Realidad: Lo único que significa un doctorado es que no eres un vago y que estás dispuesto a aguantar todos los trámites y las sandeces que se requieren para obtener dicha titulación en alguna parte. Empíricamente, tener un doctorado está inversamente correlacionado con el éxito en los negocios. Esto es así porque la estructura de gratificación o éxito en el mundo académico es exactamente el contrario que el que impera en los negocios. En el mundo académico lo que importa es lo que piensan tus colegas. En negocios, lo que importa es lo que piensan tus clientes, y tus clientes casi seguro que no serán tus colegas.

[Nota adicional: nuevamente no quiero que se interprete que un doctorado no sirva para nada. Se pueden aprender muchas cosas útiles, pero estas son los conocimientos y la experiencia que se adquieren por pasar por el proceso, no la titulación en si mismo.]

Mito 8: Necesito 5 millones de dólares para arrancar mi negocio.

Realidad: A no ser que quieras fabricar hardware (en cuyo caso deberías definitivamente pensártelo dos veces) seguramente no necesitas ningún capital para arrancar. Paul Graham ha escrito extensamente acerca de este punto por lo cual no profundizaré demasiado en él, excepto para decir lo siguiente: no necesitas mucho capital inicial pero si estar dispuesto a dejarte la piel trabajando.

Debes ser tú mismo el que conduzca tu brillante idea hasta que dé sus primeros frutos tú; nadie lo va a hacer por ti, y nadie te va a prestar dinero para que contrates a alguien que lo haga por ti. La razón es muy simple: si no crees lo suficiente en el potencial comercial de tu idea como para arriesgar tus propios ahorros y fines de semana y así poseer una buena proporción de tu empresa, porque nadie va a confiar lo suficiente en tu idea como para arriesgar su propio dinero?

Mito 9: La idea es la parte más importante del plan de negocio.

Realidad: La idea es casi casi irrelevante. Lo que importa es 1) Quienes son tus clientes? 2) Porque van a comprar lo que vas a vender? (Esto podría ser algo así como “Porque soy famoso y tengo muchos fans y estos comprarán sacos enteros de cualquier cosa mientras ésta lleve mi nombre escrito en ella.” Pero en tu caso seguramente será más parecido a, “Porque tenemos un gran producto que va a aplastar a la competencia.”) 3) Quién está en tu equipo? Y 4) Cuales son los riesgos?

Mito 10: No tener competencia es bueno.

Realidad: Si no tienes competencia lo más probable es que no hay dinero en ese negocio. Hay seis mil millones de personas en éste planeta, y es muy improbable que ni uno solo, aparte de ti, haya caído en la idea de explotar un nicho de mercado altamente rentable.

La buena noticia es que probablemente tu competencia sea penosa. La gran mayoría de negocios no son gestionados demasiado bien. Fabrican productos que dejan mucho de desear. Tratan a sus clientes y empleados como al último mono. No es difícil encontrar oportunidades de mercado donde poder entrar y fácilmente y darle una patada a la competencia. En realidad no quieres que no haya competencia, lo que quieres es una competencia inepta. Y hay mucha competencia inepta.

Mito extra (gratis): Después de salir a bolsa seré feliz.

Si no vas a disfrutar del proceso de arrancar un negocio, probablemente no vas a salir airoso del proceso. Simplemente es demasiado trabajo, te absorberá todas tus fuerzas si no te lo pasas bien mientras lo haces. Incluso si te forras simplemente tendrás más tiempo para mirar atrás y constatar los miserables años que malgastaste sufriendo por salir adelante. La satisfacción proveniente de conducir coches lujosos o de otros caprichos caros desaparece rápidamente. Solo hay un tipo de felicidad que el dinero puede comprar, y es la oportunidad de estar en el otro lado de la mesa, cuando un joven se presente con alguna idea brillante para montar un negocio.

Todos estos mitos se pueden resumir en un eslogan: todo gira alrededor del cliente, estúpido. Todo el éxito en los negocios no va de ideas brillantes. Montar un negocio es partir de una idea brillante, montar un equipo que pueda convertir la idea en producto y llevar éste producto a los clientes que quieran comprarlo. Es así de simple. Y así de complicado.

Buena suerte!

Búsquedas recientes: